Cultivando vida.
En medio de una caseta con una mesa llena de semillas y una tarde lluviosa, doña Marina pregunta si hay eneldo, una planta medicinal que quiere integrar en su huerto ecológico, el cual ha adecuado frente a su casa en un terreno que comparte con sus vecinos.
Ellos, comparten las cosechas y se encargan de cuidarlas a diario como si fueran sus hijos. “Moví mi planta de sábila para allá y se me está muriendo” cuenta doña Marina un poco preocupada ya que sus plantas son muy importantes en su vida. Ella, inició hace 2 años en el balcón de su casa con 3 plantas y ahora cultiva más de 8 entre Yuca, Sábila, Tomate, Lechuga y cebolla.
Alrededor de 795 millones de personas en el mundo no tienen acceso a una alimentación sana como la que Doña Marina ha cultivado desde que la Fundación Frisby inició el proceso de acompañamiento con ella, asesorándola la siembra de semillas orgánicas, el abono de estos y el sostenimiento, bajo el programa llamado Mi Huerta en Casa.
Los guardianes de las Semillas
La alta contaminación con transgénicos de los cultivos en el mundo está haciendo que nuestro cuerpo se llene de basura, produciéndonos enfermedades irreversibles a largo plazo, de aplicar procesos como Mi Huerta en Casa, en todos los hogares del mundo, cientos de enfermedades podrían ser disminuidas y el hambre en el mundo sería una historia totalmente distinta.
Como héroes de la naturaleza, nacen los Guardianes de las Semillas, activistas con un propósito, regalar su conocimiento para que las especies de plantas milenarias se conserven por muchos años más en nuestra sociedad.
Ellos le enseñan a Doña Marina y a sus vecinos como hacer para que estos procesos se sigan dispersando por el sector, trabajan de la mano con el programa Mi Huerta en Casa y visitan con mucha frecuencia a todos los vecinos enseñándoles que el cuerpo puede recibir algo más que productos de supermercados.
“¿Sabe cuántas clases de fríjoles existen?
-Yo antes pensaba que eran 8 0 10 –
¡Y hay más de 2000! “
En un remoto sector de Dosquebradas están los encargados de darle vida a las semillas ecológicas a partir de sus huertos propios, todos juntos buscan en algún momento que este hermoso proceso sea dispersado por el mundo, mientras tanto le devuelven la vida y el valor a las plantas que por tanto tiempo han sido cultivadas en medio de basura y transgénicos.
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